¡No te pierdas la oportunidad de descubrir la isla más desconocida del Parque Nacional de las Islas Atlánticas, Cortegada! A diferencia de las famosas Islas Cíes y la singular Isla de Ons, esta isla escondida en la Ría de Arousa, es un auténtico tesoro natural que merece ser descubierto.
Se localiza a escasos 200 metros del municipio de Carril (Vilagarcía de Arousa) y en su interior, encontrarás el bosque flotante más grande de Europa, un lugar mágico y frondoso, donde árboles centenarios conviven con especies autóctonas. Además, la isla cuenta con otros atractivos como la ermita de los milagros, los árboles sanadores y las ruinas de un antiguo pueblo, todo ello rodeado por el agua marina, el sol, la sal, la arena y las algas que contribuyen a cuidar de la salud de los visitantes. Además, podrás conocer a fondo las vistas de la Isla de Cortegada a lo largo de un sendero de aproximadamente 3 kilómetros de recorrido, transportándote por completo en el tiempo.
¿Quieres saber más? ¡Te contamos todos los secretos de esta maravillosa isla!
Cómo llegar a la Isla de Cortegada
La isla es tan especial que no existe un transporte regular diario, por lo que los visitantes deben contactar con las navieras que organizan los grupos de visita a esta isla desde diversos puertos, principalmente Vilagarcía de Arousa y desde el pintoresco pueblo marinero de Carril.
Estos grupos irán acompañados de guías acreditados/as del Parque Nacional, lo que te permitirá descubrir los rincones escondidos y la historia de la isla, que incluye la presencia de antiguas culturas y la influencia de la naturaleza en su evolución. ¡Toda una experiencia sensorial!
El cupo máximo de visitantes diarios para el archipiélago de Cortegada es de 250 personas.
La historia y el patrimonio cultural de la Isla de Cortegada
A pesar de su tamaño, Cortegada cuenta con una rica historia, patrimonio cultural y patrimonio natural, que la convierten en un lugar de gran interés turístico y científico.
Historia de la Isla de Cortegada
La historia de la isla de Cortegada está marcada por una gran trayectoria que se extiende desde la época romana hasta la actualidad. Las ánforas encontradas en las aguas del entorno de la isla dan testimonio de su paso por este lugar, aunque no se puede asegurar que se asentaran de forma estable en ella, le llamaron “Corticata”.
Durante la Edad Media, la isla fue donada, por el rey Alfonso II el Casto, quién fue considerado primer peregrino del camino, al Monasterio de Santiago tras el descubrimiento del sepulcro del Apóstol Santiago.
La isla está enclavada en la parte más interior de la Ría de Arousa, justo en la desembocadura del Río Ulla. También resultó de gran interés para los vikingos, que montaron en la isla su campamento base estratégico para planificar sus ataques y conseguir acceder a los tesoros de la Catedral de Santiago.
En los siglos XIV y XV, la isla fue un lugar de peregrinación para aquellos que buscaban la curación de sus males. Durante este tiempo, la peste negra asoló Galicia y los conflictos internos se sucedieron. Aunque se desconoce la posible presencia de piratas y corsarios en Cortegada, fueron comunes en la costa durante este período.
A partir del siglo XVI, la isla comenzó a ser aforada por la Iglesia y se construyó un hospital-albergue de peregrinos que funcionó como lazareto. Las personas que se asentaron en la isla hicieron el poblado cerca del muelle, incluyendo la ermita y el hospital anexo. Las fincas se araban y estaban dedicadas a huerta, maíz, viñedos y cría de ganado. Todos, tanto residentes como usuarios de las fincas, estaban obligados a pagar rentas al señor propietario de la isla.
En el siglo XVIII, la economía de la ría sufrió un declive económico y los ayuntamientos de Vilagarcía y Carril, quienes tenían jurisdicción sobre la isla, decidieron donarla a Alfonso XIII. La idea era que la isla se convirtiera en la residencia de verano del rey y así impulsar la economía local. El proyecto fue aceptado y la donación se llevó a cabo el 19 de agosto de 1907 en la residencia del Sr. Quiroga Ballesteros, quien era el propietario de la isla.
En aquel entonces, la isla contaba con 17 habitantes, pero había muchas fincas propiedad de particulares cuya situación legal no estaba clara y complicó el proceso de la donación. Circularon rumores de un gran palacio y un puente elevadizo, pero la construcción del Pazo de La Magdalena en Santander ya estaba en marcha cuando se entregó la escritura definitiva de la donación en julio de 1910. La isla quedó bajo la vigilancia de unos caseros designados por el rey y se convirtió en el coto de caza del monarca.
En la historia de la isla, hubo un momento clave en el que el gobierno la destinó a un grupo de carabineros (guardia de asalto) para su custodia, después de que pasara a manos del Estado en 1931 tras el exilio de los monarcas durante la República. Sin embargo, en 1958, los Borbones recuperaron el territorio y lo vendieron a la inmobiliaria “Cortegada S.A.” en 1978, la cual planeó su urbanización con la excusa del turismo. Pero la resistencia de los habitantes locales y usuarios tradicionales, quienes valoraban su riqueza natural y paisajística, logró detener la actuación de la inmobiliaria.
En el año 2001, el gobierno autonómico intentó incorporar la isla al patrimonio público, pero no fue hasta el año 2022 cuando se incluyó en el Parque Nacional de las Islas Atlánticas. No obstante, el aniversario de la donación en 2007 marcó un momento decisivo, ya que la Xunta de Galicia pagó 1,8 millones de euros, el precio fijado por el Jurado de Expropiaciones, para recuperar el archipiélago de Cortegada y hacerlo de nuevo de dominio público. Los defensores de la isla celebraron este “triunfo” tan esperado en compañía del presidente de la Xunta en la propia isla.
Foto de: Parque Nacional Islas Atlánticas de Galicia
Patrimonio arqueológico de la Isla de Cortegada
En las aguas próximas a la isla se han descubierto evidencias arqueológicas que nos transportan a la fase final del Bronce. Se han encontrado un total de tres ánforas intactas y los fragmentos de otras 20, todas ellas relacionadas con el imperio romano, así como varios pecios que se remontan a esta misma época.
Estos descubrimientos son un tesoro invaluable para entender la historia de la región y nos permiten vislumbrar cómo era la vida en esta zona hace tantos siglos atrás. Resulta emocionante pensar en las historias que estas piezas de cerámica esconden y en todo lo que podemos aprender de ellas.
Patrimonio arquitectónico de la Isla de Cortegada
La historia de Isla de Cortegada a lo largo de los años ha permitido conocer varias edificaciones de la zona.
El Santuario de la Virgen de Cortegada y su ermita
El Santuario de la Virgen de Cortegada y su ermita son una joya arquitectónica que ha sido objeto de muchos cambios a lo largo de los siglos. Originalmente, el Santuario se encontraba ubicado entre las casas de la zona, pero posteriormente fue trasladado hacia el sur cuando se construyó una nueva capilla. Esta capilla, que hoy en día se encuentra en ruinas, data del siglo XIV y en su fachada principal luce un hermoso blasón. En su momento, la capilla era muy popular entre los marineros, quienes dejaban numerosos exvotos en su interior.
Antiguamente, se celebraba una romería en honor a la Virgen de Cortegada los días 25 de marzo y 8 de septiembre, pero con el paso del tiempo y la donación de las imágenes y exvotos, la tradición se interrumpió y la última romería se llevó a cabo en 1935.
El Hospitalillo
El Hospitalillo era un edificio que se encontraba adyacente al santuario original y que fue trasladado junto a él. Los restos que han llegado hasta nuestros días datan del año 1652, y el edificio en su momento funcionó como un lazareto para enfermos contagiosos. Esta función se mantuvo hasta el siglo XVIII, cuando se decidió que el edificio ya no cumplía con los estándares necesarios para albergar a pacientes con enfermedades infecciosas.
A pesar de que hoy en día solo se conservan algunos vestigios de lo que fue este histórico edificio, su importancia como parte de la historia de la isla es incuestionable.
Los cruceiros
La Isla de Cortegada tiene varios cruceiros, lo cual podría deberse a la celebración del paso del cuerpo del Apóstol Santiago hacia Compostela.
En el punto Corveiro se encuentra uno de ellos, con la concha y la cruz del peregrino en la base, mientras que otro, con Cristo crucificado en la cruz, sirve como antesala a la capilla. El tercer crucero se encuentra en la Isla Malveira Grande.
La aldea o poblado
El asentamiento rural consistía en un grupo de unas 20 viviendas de considerables dimensiones, las cuales estaban divididas en diferentes compartimentos. Además, en su entorno se podían encontrar restos de lagares, herramientas de labranza y los espacios destinados para el ganado. También se pueden apreciar unas estructuras de canalización que se utilizaban para llevar el agua desde el interior de la isla. Se han hallado restos arqueológicos recientemente en el norte de esta aldea, los cuales sugieren que pertenecían a un gran hórreo colectivo.
El cuartel de la guardia de asalto
El cuartel de la guardia de asalto se ubica en la zona occidental, con vistas a Malveiras. La edificación, construida en piedra, cuenta con una puerta de gran tamaño rematada por un arco moderno.
El bosque flotante de la Isla de Cortegada
Uno de los mayores atractivos de la Isla de Cortegada es su bosque de laureles, considerado el más grande de Europa. Este bosque es un auténtico oasis de vegetación y vida silvestre en medio de la ría de Arousa.
Además de los laureles, en la isla se pueden encontrar otras especies arbóreas autóctonas, como robles, pinos o sauces. La vegetación de la isla es el hogar de una gran variedad de animales, como aves y reptiles y otros seres vivos que encuentran en este ecosistema un refugio natural.
El bosque de Cortegada es especialmente conocido por su singularidad, ya que se encuentra sobre un sustrato de fango y arena que hace que las raíces de los árboles se extiendan de forma horizontal en lugar de vertical, dando lugar a un fenómeno conocido como bosque flotante.
En definitiva, la Isla de Cortegada y su bosque flotante es una joya natural que merece la pena visitar y cuidar. Su singularidad y belleza lo convierten en un lugar imprescindible para los amantes de la naturaleza y de los entornos únicos y sorprendentes.
Actividades de la Isla de Cortegada
La isla cuenta con varias rutas de senderismo que permiten a los visitantes adentrarse en su interior y disfrutar de su exuberante vegetación y biodiversidad, con especies endémicas y una gran variedad de aves migratorias que la visitan cada año, y de las magníficas vistas de la ría de Arousa.
Además, la isla de Cortegada también ofrece la posibilidad de realizar actividades como el avistamiento de aves, la pesca deportiva, kayak o el buceo en sus aguas cristalinas.
Sin embargo, a pesar de su belleza y popularidad entre los turistas, la isla se enfrenta a varios desafíos ambientales, como la erosión costera, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. Por esta razón, el Parque Nacional de las Islas Atlánticas ha implementado medidas de conservación para preservar y proteger la isla y su ecosistema, como la reducción del aforo.
En resumen, la isla es un destino turístico impresionante y lleno de historia y biodiversidad. Con la ayuda de guías acreditados, podrás explorar sus secretos y aprender sobre la importancia de la conservación ambiental en un mundo en constante cambio.
Si te interesa realizar la visita a la Isla de Cortegada, puedes consultar los horarios y precios disponibles con la empresa Corticata.
Una vez allí, podrás disfrutar de todo lo que este maravilloso entorno natural tiene para ofrecerte. ¡Descarga el mapa de ruta y no te pierdas nada!