La Isla de San Simón, ubicada en la ría de Vigo, concretamente en el municipio de Redondela, es un tesoro histórico y natural que ha cautivado a visitantes durante siglos. Conocida por su rica historia y su belleza natural, esta isla se ha convertido en un destino imperdible para aquellos que buscan explorar la ría mediante las rutas que ofrece Cruceros Rías Baixas.
En este artículo, queremos que conozcas toda la historia de la Isla de San Simón, envuelta por la belleza y el encanto de este pequeño rincón de Galicia. Si te embarcas a realizar algunas de las rutas de Cruceros Rías Baixas, tendrás la oportunidad de observar de cerca esta isla durante el viaje. Una experiencia que merece ser vivida.
Sube a bordo con nosotros y conoce todo lo que conforma la Isla de San Simón.
Historia de la Isla de San Simón
La Isla de San Simón forma parte del archipiélago de San Simón, junto con San Antón y otros islotes. Actualmente, está deshabitada. Un puente conecta San Simón con la isla de San Antón. Además, en la zona también se encuentran dos pequeños islotes, denominados San Bartolomé y San Norberto.
A lo largo de su historia, la isla ha cumplido diversas funciones, sirviendo como monasterio, lazareto, prisión y orfanato. Desde el 29 de julio de 1999, las dos islas han sido reconocidas como Bien de Interés Cultural en la categoría de Sitio Histórico.
Pero vamos a ver en detalle todo lo ocurrido en esta increíble isla viguesa.
Edad Media
En la Edad Media, la isla fue un centro monástico destacado, siendo elogiada en un poema del poeta Mendinho, quien se cree que era originario de la región y cuyo escrito es el único conocido. En su honor, se erigió un busto en la isla, junto con homenajes a Johan de Cangas y Martín Codax.
Durante los siglos XII y XIII, la isla fue habitada sucesivamente por los templarios y los franciscanos, pertenecientes a la orden pascualina de San Simón. Sin embargo, en 1370, esta orden religiosa enfrentó la excomunión y tuvo que abandonar la isla. Después de casi un siglo de abandono, la diócesis de Tui, que tenía el control político de la isla, la cedió a Isabel la Católica como gesto de agradecimiento por su lealtad.
En el año 1589, la isla sufrió un saqueo perpetrado por piratas ingleses, entre los cuales se encontraba Francis Drake.
Siglo XVIII y XIX
En 1702, en la ensenada tuvo lugar la batalla de Rande, donde las flotas de Holanda e Inglaterra, aliadas en la Guerra de Sucesión contra la corona de Castilla, intentaron saquear la flota de Indias. A pesar de que los navíos ingleses lograron saquear parte de las riquezas, la corona de Castilla había descargado gran parte del oro y la plata en Madrid antes del enfrentamiento. Más tarde, las fuerzas anglosajonas asaltaron aldeas cerca de la ría de Vigo y la Isla de San Simón también sufrió.
La iglesia de San Pedro quedó casi destruida, pero fue restaurada en el siglo XIX.
En 1719, el almirante Michelle fue a la isla, que luego enfrentó amenazas durante la Guerra de la Independencia. En este contexto, la isla fue abandonada y habitada en diversas ocasiones.
La constante ocupación por órdenes monásticas se debía a su ubicación aislada y tranquila cerca del monasterio de Poio. Las invasiones y saqueos generaron inestabilidad en la isla y la región, agravada por las Guerras Irmandiñas.
Desde mediados del siglo XVII, la isla permaneció abandonada hasta que, en 1838, Velázquez Moreno la convirtió en una leprosería. San Antón albergaba a los enfermos sin cura, mientras que San Simón acogía al resto. La leprosería se cerró en 1927, y se construyó un puente que conecta ambas islas, antes comunicadas solo por mar, siendo vital para el desarrollo del puerto de Vigo y la llegada de nuevas técnicas empresariales. Esto permitió eliminar epidemias de cólera y lepra, consolidando la importancia de la isla en la historia de la región.
Guerra Civil
Durante la Guerra Civil, en 1936, la Isla de San Simón fue convertida en un campo de concentración y exterminio para presos políticos contrarios al Franquismo provenientes de Galicia y también el resto de España. Funcionó hasta 1943.
La antigua leprosería en la isla se convirtió en alojamiento para militares, con nuevas construcciones como torres de vigilancia. El lugar era vigilado por el sacerdote conocido como el padre Nieto, quien se destacó por su crueldad hacia los prisioneros.
En este sentido, la Isla de San Simón fue inmortalizada en la película “El lápiz del carpintero” de Manuel Rivas, donde era considerada una prisión de la cual era casi imposible salir con vida.
Posguerra
En 1943, el archipiélago que anteriormente había servido como cárcel dejó de funcionar y experimentó un abandono gradual. En las épocas estivales, la Guardia de Franco, bajo el nombre de Colonia de Educación y Descanso, visitaba la isla durante sus vacaciones. Sin embargo, el 22 de agosto de 1950, ocurrió un trágico incidente cuando aproximadamente cincuenta pasajeros, incluidos miembros de la Guardia de Franco y civiles, regresaban de la isla en una embarcación llamada Monchiña. A pesar de que la embarcación tenía capacidad para 40 personas y llevaba a bordo a 66 pasajeros, un “jefe de uniforme” ordenó continuar la travesía, lo que resultó en un desequilibrio que llevó al hundimiento de la lancha y al ahogamiento de 43 personas, ya que muchos no sabían nadar.
Este trágico suceso, la peor tragedia marítima en la ría viguesa en los últimos cien años, llevó al cierre temporal de la isla. Sin embargo, más tarde, en 1955, la isla fue reabierta y utilizada como Hogar Méndez Núñez para la Formación de Huérfanos de Marineros, funcionando hasta 1963.
Siglo XXI
En 1999, las islas de San Simón y San Antón fueron declaradas Bien de Interés Cultural, dando inicio a un proceso de reconstrucción que buscaba armonizar la naturaleza, rescatando jardines y el centenario Paseo dos Buxos, con la remodelación de los edificios existentes sin afectar el entorno.
San Simón fue designada como centro de recuperación de la memoria histórica, liderando César Portela la transformación del espacio en un lugar protegido. La regeneración incluyó la recuperación de jardines y especies arbóreas, convirtiendo la isla en un espacio cultural con auditorio, biblioteca, escuela de mar, hotel y restaurante.
La isla, conocida como “A Illa do Pensamento” y dirigida por Francisco Javier Alonso González, se ha convertido en un centro vibrante de producción, reflexión y creación cultural, atrayendo a artistas y pensadores. En ella se han celebrado los Premios Xerais o el Premio Merlín. En el año 2006, la Consellería de Cultura de la Xunta de Galicia la eligió como símbolo de la represión en el Año de la Memoria.
En esta isla, Agustín Fernández Mallo desarrolla parte de su novela “Trilogía de la guerra”.
La Isla de San Simón en las rutas de Cruceros Rías Baixas
Las rutas de Cruceros Rías Baixas son el mejor plan para descubrir los secretos de la Isla de San Simón.
En las travesías, puedes disfrutar de las vistas de la isla y conocer todos los detalles sobre su origen y patrimonio cultural, de la mano de expertos guías turísticos. La visita no está incluida en las rutas.
Foto de: El Español
Cómo llegar a la Isla de San Simón
A la Isla de San Simón se puede llegar en barco, que parte desde diferentes puertos de la ría de Vigo. Sin embargo, como comentamos anteriormente, el servicio de Cruceros Rías Baixas ofrece rutas turísticas que incluyen ver de cerca la Isla de San Simón desde el barco durante las travesías por la ría, pero no su visita.
Existe otra posibilidad de conocer la isla que es mediante la contratación de un servicio de transporte privado en barco, desembarcando directamente en ella o simplemente incluyéndola como parte de un recorrido personalizado por la ría de Vigo. Encontrarás varias empresas que ofrecen este viaje, en grupo o individualmente.
También se puede acceder a la Isla de San Simón en kayak o en paddle surf, una alternativa perfecta para aquellos que disfrutan del deporte y la naturaleza. En esta situación, es fundamental disponer del equipo apropiado y considerar las condiciones climáticas y marítimas para asegurar la seguridad durante la travesía.
Sea como sea, debes saber que la Isla de San Simón es una reserva natural protegida. Por ende, hay que respetar las normativas de conservación del entorno, evitando dejar residuos y no perturbar el ecosistema durante la visita.
Qué ver en la Isla de San Simón
Existen muchas opciones para ver en la Isla de San Simón. A continuación, te hacemos una lista para que no te dejes nada por visitar.
Casa del Guardia
La Casa del Guardia es uno de los puntos destacados en la Isla de San Simón. Este edificio histórico ha sido restaurado por César Portela, quién mencionamos anteriormente, para preservar su arquitectura original y ahora sirve como un museo que narra la historia de la isla y su papel en diferentes épocas.
Arboretum (jardín botánico)
El Arboretum en la Isla de San Simón es un rincón verde que alberga una colección diversa de árboles y plantas. Este espacio natural proporciona a los visitantes un ambiente tranquilo para explorar mientras aprenden sobre la flora local y la importancia de la conservación.
Capilla de San Simón
La Capilla de San Simón es un claro ejemplo de todas las situaciones por las que ha pasado la isla a lo largo de la historia. En su interior, únicamente se conserva la figura de un santo sin manos, las cuales, según la leyenda, le cortó el pirata Francis Drake cuando intentaba encontrar tesoros en la isla.
Paseo dos Buxos
Ubicado en el corazón de la isla, se encuentra el Paseo dos Buxos, un camino de alargado recorrido, con árboles milenarios simulando arcos.
Mirador da Boca da Ría
El Mirador da Boca da Ría, con un pequeño atrium construido por César Portela, ofrece vistas impresionantes de la ría de Vigo y el puente de Rande y sus alrededores. Desde este punto elevado, los visitantes pueden admirar el paisaje marino y apreciar la inmensidad de la belleza natural que rodea la isla.
Plaza de los Poetas
La Plaza de los Poetas es un espacio que simula un museo al aire libre y está dedicado a la expresión artística. Esculturas y estatuas adornan este lugar, creando un ambiente inspirador para los amantes de la poesía y la creatividad. Como, por ejemplo, la escultura de Martín Codax y otros trobadores destacados de la ría.
Albergue
El albergue de la Isla de San Simón ofrece a los visitantes la oportunidad de sumergirse en la historia de la isla de manera más profunda. Los presos estaban en ocho salas totalmente hacinados. De hecho, allí un cartel queda como testigo de cómo un guardia usaba un silbato para señalar a los reclusos el momento adecuado para dar un giro coordinado, evitando así ser aplastados.
La Isla de San Antón
La Isla de San Antón, unida a San Simón por un puente de piedra de tres arcos (monumento de la provincia de Pontevedra), complementa la experiencia del viaje. En ella podemos encontrar, situado en el antiguo lazareto donde estaban los leprosos sin cura, el Centro de Interpretación y Documentación.
Este edificio se centra en narrar los acontecimientos de la isla, mediante la exhibición de imágenes y maquetas de la batalla de Rande, relatos acerca del pirata Francis Drake, la historia de la leprosería, así como fotografías de los prisioneros y sus custodios.
En la Isla de San Antón, también se encuentra en cementerio y osario, donde los pacientes del lazareto fallecidos por lepra o cólera eran enterrados.
Además, podemos ver la Residencia Stella Maris, donde vivía la Guardia de Franco en las épocas de verano.
Mirador do Fondo da Ría
En el Mirador do Fondo da Ría, encontramos en segundo atruim construido por César Portela.
Memorial a los fallecidos de “A Monchiña”
El Memorial a los fallecidos de “A Monchiña” es un monumento alzado como forma de homenajear y mantener vivo el recuerdo de las víctimas de la embarcación.
Ahora ya conoces toda la historia de la Isla de San Simón y porqué es un punto de interés turístico tan destacado. Planifica tu viaje en cualquiera de las rutas de Cruceros Rías Baixas por la ría de Vigo y tendrás la oportunidad de ver de cerca esta joya durante la travesía en barco. Sin duda, una vista panorámica inolvidable. Reserva ahora tu billete.
**La imagen de este post fue sacada de turismoriasbaixas.com